TENEMOS PAPA
Los amigos tertulianos me encargan que felicite en
nombre de todos al nuevo Papa León XIV y le exprese nuestros mejores deseos en
su difícil tarea de conducir a los católicos por la senda que Jesús marcó a su
Iglesia. Quién sabe si a alguien de su entorno le da un día por teclear "españoles
quemados" en algún navegador de internet... Los milagros existen.
Mientras
veía las imágenes en directo desde el Vaticano, una de las cámaras captó la
presencia de una paloma junto a la chimenea que anuncia los resultados de las
votaciones del cónclave. Comenté con la familia que intuía que la siguiente
fumata sería blanca. Y a la hora y media se hizo realidad. Curioso, ¿no?
Del Papa con su mismo nombre, León XIII, los tertulianos y el bloguero recuerdan su encíclica Rerum Novarum, de marcado carácter social con la impronta cristiana. Los detalles de la misma escapan a sus memorias, así que ha habido necesidad de acudir al texto original, del que se reproduce este párrafo por lo que encierra del respeto debido a la libertad del trabajador para disponer del fruto de su trabajo:
“Al empeñarse los socialistas en que los bienes de los particulares pasen a la comunidad empeoran la condición de los obreros, porque, quitándoles la libertad de hacer de su salario el uso que quisieran, les quitan la esperanza, y aún el poder, de aumentar sus bienes propios y seguir de ellos otras utilidades”.
Alguien puede deducir que ya se adivinaba que del fruto de mi trabajo, mi vivienda, y otras utilidades como podría ser la ayuda de un inquilinato, iba a disponer cualquiera con el permiso de los socialistas.
Opiniones sobre la figura de León
XIV las hay para todos los gustos y extremos. Recojo algunas aparecidas en la
prensa:
* "Un
Papa marxista". La defensa de los inmigrantes y las críticas a Vance incendian el movimiento MAGA.
*Trump
ya ha conseguido salirse con la suya: por fin hay un Papa estadounidense.
Ni caso, Santo Padre. Habrá que emular a Cristo en la cruz: “Perdónalos, León, porque no saben lo que dicen”.
Que el Señor y San Agustín guíen sus pasos, Santidad, y cuente con la ayuda de nuestras oraciones. De San Agustín sólo recuerdo una frase que he procurado hacer mía en la vejez: "Bendita sea la soledad atareada".
Hasta otro día, estimados lectores.
Juanma
(El amigo Venancio tan contento por compartir el apellido Martínez con el nuevo Papa)