¡MADRE, SE HA IDO LA LUZ!
28 de abril de 2025
¡MADRE, SE HA IDO LA LUZ!
Otra
vez que la tertulia está desperdigada y no puede reunirse a saborear juntos el
café que nos sirve nuestra estimada Sara y charlar sobre el reciente e histórico
APAGÓN del lunes. Pero, bueno, al día siguiente se restablecieron las
comunicaciones y autorizaron al bloguero a condensar sus opiniones. Y eso hago.
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El
amigo Venancio regresa a su niñez, a esas noches de invierno cuando los cortes
de luz en su pueblo eran frecuentes y cuando llegaba la electricidad, apenas alcanzaba
cien voltios, lo justo para encender unas bombillas. Y ha propuesto nuestro
amigo que el título de esta entrada recuerde su niñez y exclamando: ¡Madre,
que la luz se ha ido! Y la pregunta de la madre que nunca fue capaz de
responder: “Hijo, ¿y a dónde se ha ido?” En las casas no había
electrodomésticos como ahora y la iluminación corría a cargo de velas, candiles
y unos maravillosos dispositivos llamados carburo que daban una preciosa e intensa
luz blanca. Y sobrevivimos, amigo Juanma.
Nuestro
conciso amigo José Luis, desde su situación de especial clarividencia, aprovecha
la afirmación del presidente del gobierno de que la causa del apagón ha sido “la
desaparición de muchos gigavatios”, para proponer a algún compositor de
canciones o a algún productor de cine una obra titulada “EN BUSCA DEL GIGAVATIO
PERDIDO”. Éxito asegurado.
Nuestro tertuliano Adolfo no sabe a quién creer de los que dicen dar información. Lo último que ha escuchado es que todo empezó por la desconexión imprevista de dos estaciones eléctricas ubicadas en el suroeste peninsular, lo que "puede hacer pensar que la pérdida de generación es solar". Y se pregunta Adolfo que cómo es posible que Red Eléctrica Española no pueda dar la ubicación exacta y si es fotovoltaica o no. No lo entiende con los medios digitales e informáticos disponibles.
El único de los tertulianos que tiene unos
conocimientos de electricidad muy básicos es el amigo Juan, que distingue entre
corriente continua y alterna y conoce las funciones de un alternador y un
conversor o inversor de corriente. Sabe que las instalaciones fotovoltaicas
producen corriente continua que han de transformar en alterna y que la
intensidad depende de la cantidad de luz solar que capten. Y de ahí no pasa. Su
nada autorizada opinión es que la energía fotovoltaica siempre será una loca, una inestable, una
inconstante y una impredecible, pues depende de los caprichos de don Sol y doña Nube. Y cree que nos podría
dar más de un susto. La complejidad de toda una extensa red eléctrica requiere unos
controles exhaustivos; y en la era de los automatismos es posible evitar
apagones generales, salvo catástrofes o atentados vía bombas, vía digital. El
caso es que hemos vivido un hecho histórico que aparecerá en los libros.
Hasta otro día.
Juanma