ESPAÑA, UNA, GRANDE Y...
Prensa: 2 de junio de 2025
*La Selectividad examina a 300.000 alumnos con exámenes
desiguales: cada falta de ortografía resta 0,10 en Cataluña y 0,25 en Madrid.
*La cartera que dirige Pilar Alegría quiere establecer una serie de criterios únicos en toda España para 2025 y acabar así con las disparidades regionales.
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Nuestra simpática Sara se ha quedado
sorprendida cuando nos ha visto entrar y sentarnos en nuestra habitual mesa de
tertulia cafetera. Al servirnos el café hemos tenido que aclararle que
esperábamos la gran noticia de la dimisión del actual presidente del gobierno,
pero que se estaba retrasando más de lo debido y hacía ya tiempo que no nos
juntábamos tertulianos y bloguero. El pretexto de la reunión de hoy es que hay
algunos nietos de los tertulianos que se van a enfrentar a la prueba para
entrar en la universidad, que en cada autonomía tiene nombre diferente: EvAU, EBAU, EAU, PEvAU, PAU.
Inicia la tertulia el amigo Adolfo, que junto
con José Luis y Juan pisaron una universidad. Venancio hizo el bachillerato
superior en los años 60, tomó otros derroteros más rurales y cursó la llamada
filosofía pueblerina, o parda sin llegar a ser un Isócrates. Dice Adolfo que
las comparaciones no las considera odiosas, sino molestas para los gobernantes
actuales. Que la ministra del ramo venga ahora con querer establecer “criterios
únicos en toda España” en el tema de la selectividad es para miccionar y no
echar gota. ¡Es lo que teníamos antes de la Constitución actual, cuando España
era UNA de verdad! Adolfo quiere recordar que los exámenes de reválida de los exámenes de
bachillerato tenían lugar el mismo día y a la misma hora en todos los
Institutos de Enseñanza Media. Venían en sobre cerrado, lacrado y con el mismo
contenido para todos los estudiantes españoles.
Venancio levanta la mano: ¡Y para pescar en
cualquier río de España podías solicitar
UNA sola licencia de pesca, la nacional!
Asienten los dos pescadores de la tertulia.
Adolfo termina lamentando el daño que, a su
parecer, han traído las caras autonomías.
Continúa el amigo Venancio reproduciendo las
palabras de un político de León que hace unos días pide el “Lexit”, separarse
de la autonomía de Castilla-León, con estas palabras: “Un leonés nunca se
sentirá castellano”. Encuentra increíble hasta qué punto el fanatismo
político puede afectar al cerebro. ¿Por qué razón entonces este individuo se va
a sentir español?, se pregunta Venancio, y afirma que no pertenece a un trozo
de tierra, pero sí a una familia. Y vaya casualidad que ninguno de los cuatro
miembros que la forman nacieron en el mismo pedacito de España. Y describe:
Somos una zamorana, un conquense, una andaluza y una madrileña. Ahí lo deja.
A cuenta del lío en el que se van a encontrar
con la ortografía los examinandos de la PAU catalanes, vascos y gallegos, el
amigo José Luis, en su infinita paciencia, tolera a la simpar ministra Yolanda
Díaz Díaz, que “pide
a Sánchez que lea la Constitución de 1931 para una España desarmada y pacifista”.
No ha querido remitirle a su Artículo 50 directamente:
“Es
obligatorio el estudio de la lengua castellana, y ésta se
usará también como instrumento de enseñanza (vehicular)
en TODOS LOS CENTROS de instrucción primaria y secundaria de las regiones
autónomas. El Estado podrá mantener o crear en ellas
instituciones docentes de todos los grados en el idioma oficial de la
República". (Y que los padres elijan).
El amigo Juan recuerda que España fue UNA gracias a los Reyes Católicos y GRANDE en tiempos de Felipe II, cuando en sus dominios “no se ponía el sol”. Claro que en la dictadura no se respetaban muchos derechos humanos, confirma Juan; pero se pregunta en cuántos países se pisotean hoy todos los llamados derechos humanos fundamentales, entre ellos la vida, sin que ningún organismo internacional lo combata eficazmente. ¿Hace falta nombrar naciones? Al final los derechos humanos es un juego de intereses políticos y económicos. Y es la hipocresía la mayor lacra de la Humanidad, en la que se dan actos de grandeza y entrega junto a otros de bajeza destructora, sobre todo en quienes ostentan el poder por la fuerza o por las urnas. Recuerda Juan al resto de tertulianos la pregunta que le hicieron a don Miguel de Unamuno sobre los partidos políticos. La respuesta fue clara y contundente: “A mí no me gustan las cosas “partidas”, me gustan enteras”. Los cuatro tertulianos sienten y dan por hecho que España ya está partida, troceada. Y les disgusta.
Todos
deseamos suerte a los nietos de los tertulianos que se enfrentan a las pruebas
para acceso a la universidad.
Hasta
el próximo día.
Juanma
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Todos deseamos suerte
a los nietos de los tertulianos que se enfrentan a las pruebas para acceso a la
universidad.
Hasta el próximo día.
Juanma