JUGANDO A RICOS... E INJUSTOS

 

                                         ¿Será por dinero...?

Prensa:

         *Tirón de orejas del Banco de España al Gobierno.El organismo regulador pinta un panorama lleno de peligros para la economía española. Y pide reformas polémicas, pero necesarias.

         *La ayuda de los 100 euros por hijo es un complemento, hasta ahora, del Ingreso Mínimo Vital. A partir de 2023la medida se extenderá a todas las madres con hijos a cargo de 0 a 3 años.*El Gobierno aplicará una subida de las pensiones en 2023 del 8,5%. Es la más alta de la historia, y será también la actualización más cara nunca vista. 

         *La deuda pública de España aumenta en julio. En julio la deuda pública ha crecido en 11.635 millones de euros respecto a junio, de forma que ha pasado de 1.475.368 millones a 1.487.003 millones (casi UN BILLÓN Y MEDIO de euros. A cada españolito le toca  una deuda de 31.350 euros).

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¡Que vienen los Presupuestos Generales del Estado! Ante tal acontecimiento, unas gentes se alegrarán y otras irán buscando refugio. El gobierno presume del gran tamaño de los presupuestos, sobre todo en su vertiente social. A esto, Ronald Reagan supongo que repetiría: El tamaño del presupuesto federal no es un barómetro adecuado para medir la conciencia social o el interés caritativo”.

Hace años me regalaron un libro titulado “Frases célebres” en el que se recogen pensamientos salidos de mentes generalmente privilegiadas, personas que encierran todo un tratado en formato de telegrama.

Es curioso leer la visión de dos grandes periódicos respecto a los PGE: Uno: “El Presupuesto refuerza el escudo social ante el menor crecimiento”. Otro: “Sánchez sube todas las pensiones al 8,5 % y exprime a la clase media”. ¿Con cuál nos quedamos? ¿Y qué dicen a esto los pensionistas de la tertulia “Frente de Juventudes? Primero conviene hacer una semblanza de los mismos: Salvo Adolfo, procedente de lo que se llamaba “casa grande”, el resto viene de familia humilde, sacrificada y muy trabajadora; no preocupada, sino ocupada en proporcionar a los hijos un futuro mejor que su presente. Todos respondieron a tales expectativas, trabajaron y estudiaron hasta conseguir ganar dinero a la vez de contribuir a la riqueza del país. Todos perciben una pensión más que suficiente para sus limitadas necesidades, que para eso vieron mermados sus ingresos por las sustanciosas retenciones de Hacienda.

 Y van tomando la palabra. Dice el amigo Nicasio que la subida del 8,5 % a TODAS LAS PENSIONES, le parece una injusticia monumental. Dada la crisis por la que pasamos, pregunta que si, por ahora, los presentes precisamos dicho aumento o lo necesitan otros muchos más. Sobre lo de los 100 euros por hijo sin tener en cuenta la renta familiar, Nicasio, que a veces tiene ideas un tanto retorcidas, da por hecho que en casas pudientes ese dinero se le dará al hermano mayor para que se lo gaste con su amigo del “casoplón” de enfrente.

 Venancio responde que, personalmente, preferiría percibir un aumento del 1 % y que el otro 7,5 % se lo aplicaran a la pensión de viudedad de su hermana, que cobra la cuarta parte que él. Recuerda a un profesor que sentenciaba: “Un aprobado general es una clara injusticia”. Hay gestos de asentimiento en la tertulia. Hasta Sara, la camarera que estaba en ese momento retirando unos servicios,  suelta un “¡Qué razón tiene usted, don Venancio!”.

 Toma la palabra Adolfo, que muy leído él y con una envidiable biblioteca, nos cita a un tal George Henry, y con el que coincide en su enfoque socio-económico: El estado ideal no es aquel en que cada uno tiene acceso a la misma cantidad de riqueza, sino en proporción a su contribución a la riqueza general”.  Y nos la adorna con unas palabras de Aristóteles: “La justicia es una igualdad proporcional, o sea, dar a cada quien lo suyo o lo que le corresponde, en base a su contribución a la sociedad, sus necesidades y sus méritos”.

 Puestos a presumir de citas de personajes, Juan termina la tertulia con la siguiente, de la que no recuerda su autor: Muchísima gente se ha vuelto pesimista por financiar a optimistas”. No hay dinero suficiente para mantener a ociosos o improductivos voluntarios. Todos recordamos la famosa frase de la señora Thatcher: “El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero de los demás”. Sin olvidar al presidente Lincoln: “No podéis otorgar la fuerza al débil debilitando al fuerte; no podéis ayudar al pobre arruinando al rico”. En todo caso, siempre se ha dicho que los mejores presupuestos son los equilibrados. La cuestión y la duda es si quienes los elaboran disponen de mentes suficientemente equilibradas. ¿Qui lo sa? Y termino con una visión un tanto morbosa, pero desgraciadamente real, de Aldous Huxley: “A medida que disminuye la libertad económica y política, la libertad sexual tiene tendencia a crecer como compensación”. ¿O no?

 Hasta otro día.

Juanma


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