ESPAÑA, DONDE TODO ES POSIBLE
Prensa: (7-9-2021)
*Armengol expedientará a todos los
médicos que no atiendan en catalán.
El Govern balear
abrirá un expediente para todos los casos denunciados en la Oficina de Derechos
Lingüísticos.
* Médica expedientada por Armengol. Se le
acusa de “agresión lingüística”.
La doctora (sevillana
ella) asegura que entiende perfectamente el catalán, que nunca ha pedido a
ningún paciente que le cambie el idioma e insiste en que sólo informó a la
señora de que iba a dirigirse a ella en castellano,
pues aunque lleva años en Mallorca, se maneja
mejor en su lengua materna.
Centro de salud de Son Pisà, en Palma
Artículo 3 de la CE
1. El castellano es la lengua española oficial del
Estado. Todos los españoles tienen
el deber de conocerla y el derecho a usarla.
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Quien haya visitado Salamanca, y en la Plaza de Anaya se detuviera a
admirar la Catedral Nueva y otear los edificios laterales, encontrará esculpido
en piedra este texto de El Quijote: “La libertad,
Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos;
con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar
encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar
la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a
los hombres”. Le aconsejo
a la señora Armengol que reflexione sobre el texto reproducido e imagine, por
un tiempo limitado, claro, que ocupa el lugar de Sancho.
Al parecer el valenciano y el mallorquín sólo existen como variedad del
catalán. Aparte de que Valencia todavía no pertenece a Cataluña, por ahora y
por entero en el plano idiomático, la noticia de obligar a los médicos a
abstenerse de hablar a los pacientes españoles en el idioma oficial del Estado
Español, tiene muchos calificativos, unos dirigidos a la norma y otros a
quienes gestaron y parieron la idea. Por soltar alguno, además de aberrante,
repito lo que en estos casos diría un antiguo profesor mío: “Hay cosas, hechos que repugnan a la razón”.
Pues eso, buena señora gobernanta. Un médico, un sanitario presta un servicio
esencial, vital a veces, en que la comunicación médico-paciente es
imprescindible. Como establece la CE, un español, por muy catalán o balear que
sea puede renunciar al derecho de usar el castellano, pero esa lícita libertad
de uso no implica anular el derecho del médico utilizar la suya, y única en
muchos casos. Y lo más irracional es que tanto paciente español y médico español
están obligados constitucionalmente a conocer el idioma oficial del Estado, por
lo tanto a poder entenderse en el idioma común. Puestos en el plano de lo
absurdo, señora Armengol, cree usted un Cuerpo de Traductores hospitalarios.
Personalmente conozco algunos hospitales en los que existe un servicio de
traducción para extranjeros. Y se me ocurre una pregunta: ¿También se
sancionará a los farmacéuticos si un cliente exige que se le hable en catalán? ¿Y
a los conductores de ambulancia? Otra cosa es que aprender siempre es bueno y que
la posibilidad de intercambiar lenguas es aún más placentera.
Vamos a imaginar que un fanático balear invita a un amigo árabe a pasar
unos días en su casa. El anfitrión vivió muchos años en el Sahara y domina el
idioma nativo, circunstancia que el invitado conoce perfectamente; pero desde
su llegada sólo le habla al amigo en catalán. Es una forma de
falta de respeto, una desconsideración y hasta un insulto personal.
Cuando
estaba escribiendo estas consideraciones, me ha llamado Adolfo, que ha leído la
parida mental de la Armengol. El amigo Adolfo ejerció de médico y se atreve a
sugerir a sus compañeros de Baleares un protocolo de actuación ante el paciente
que le exija que lo atienda en catalán. Que se preparen un folio, escrito en
castellano y catalán en los siguientes o parecidos términos: “Lamento no poder atenderle en su idioma preferido. Ambos estamos
obligados legalmente a conocer el castellano o español, de lo que deduzco que
si decide hablarme en catalán es que no desea que este médico le entienda y trate verbalmente
sus problemas de salud. Siento mucho, por tanto, no poder aconsejarle, mediante
amigable charla, ni por escrito en español, sobre su proceso canceroso”.
-Adolfo, te has “pasao” con lo del “proceso
canceroso”.
- Pero Juan,
es que padecemos de unos políticos a los que se les puede calificar
anatómicamente de “troncos”, pues carecen de pies y cabeza. Ya seguiremos
comentando la noticia en el bar. Adiós.
Por otra
parte, no quiero pensar, en casos de urgencia vital, que haya gente que decida
ser mártir por la lengua catalana y figurar como tal en el futuro monumento
erigido a tales héroes.
En todo
caso, y a los únicos efectos de reclamar mi paternidad, si no está ya
patentado, presento un eslogan para turistas y resto del mundo: ESPAÑA, DONDE TODO ES POSIBLE.
Y termino este rollo. Me viene a la
cabeza una frase de don Miguel de Unamuno que, como orgulloso y cansino
vejestorio, me gusta recordar a menudo: “España,
país de locos; y cuando no, de tontos”.
Hasta otro día.
Juanma