METER LA PATA HASTA EL CORVEJÓN
Prensa: (23-7-21)
*La Asamblea ha declarado este viernes al líder de Vox, Santiago Abascal, persona non grata en Ceuta. La propuesta presentada por el Movimiento por la Dignidad y la Ciudanía (MDyC), que cuenta con dos diputados, ha recibido el apoyo del PSOE (7) y Caballas (1), la abstención del PP (9) y el rechazo de Vox (4).
* La líder del MDyC, Fátima Hamed, ha acusado a Abascal de echar "de menos la Inquisición, la dictadura y los métodos de Hitler", y de atacar "frontalmente a mi tierra y a mi gente".
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Mis vacaciones se han visto
alteradas por una mudanza de domicilio, siguiendo a los padres de mis nietos,
que han decidido cuidar de los abuelos hasta que la muerte nos separe. Benditos
sean. Lo anteriormente leído en la
prensa me ha obligado a comentarlo con mis compañeros de tertulia. Lo de la
famosa ley de Memoria democrática merecerá reunión monográfica en su momento.
Ni siquiera la ONU se atreve a
declarar “países non gratos” a las dictaduras, algunas sangrientas. El PP de
Ceuta sí ha permitido que el líder del tercer partido más votado a nivel
nacional sea declarado persona non grata. ¿En qué mundo vivimos? Dice mi amigo
Venancio que España es uno de las naciones donde la palabra respeto menos se
utiliza entre los políticos, que predican la tolerancia, pero no saben o no
quieren practicarla. Y no digamos de los complejos, que se adueñan de más de un
político. Rogelio nos suelta la variante
de una frase de Fiodor Dostoyevski, y asegura que “Si seguimos tolerando las faltas de respeto a derechos fundamentales,
se llegará a tal nivel que las personas inteligentes tendrán prohibido decir lo
que piensan, para no ofender a los imbéciles”.
Adolfo es más contundente, claro y
explícito: "Como no soy político con
cargo, ni diputado, ni senador, ni consejero, ni concejal, puedo tomarme
el lujo de declarar personas "non gratas", primero a los asesinos
voluntarios y terroristas, y luego a quienes me hagan sumamente ingrata la vida
como ciudadano libre para decir lo que pienso sin faltar demasiado al prójimo”.
Y tan a gusto que se ha quedado el hombre. Quería leernos una lista con nombres
y apellidos, pero se lo hemos dispensado.
El compañero Rogelio está de un
pesimismo subido. Y se centra en que con este sistema electoral vamos a lo que
vamos, a que una minoría pone o quita los votos que faltan para alcanzar los
ciento setenta y seis. No entiende que la circunscripciones sean locales para
elegir a los concejales, autonómicas para las autonomías y las nacionales no
sean la nación, sino las provincias. Está enfadado con todos los partidos, con
unos más que con otros, claro.
Juan, que presume que allá por los
años noventa fue concejal de una ciudad andaluza, expone su opinión ante la
guerra de guerrillas entre partidos. Entiende que los pactos políticos, si es
que se cumplen tras unas elecciones, tienen dos objetivos: asegurar la investidura
o asegurar la legislatura. Que la más deseable para el partido más votado es la
segunda opción, pero puede no serlo para el menos votado, cuyos votos son
necesarios para formar mayoría. El partido del señor Abascal prefiere ayudar a
una investidura del partido más próximo a su ideología, por mucho enfado que
muestren entre ellos, que apoyar una legislatura, con cargos incluidos. Se
siente más libre. Pues muy bien. Votar de acuerdo con lo que se crea mejor para
los ciudadanos de su circunscripción ya justifica su labor política.
Que el resto del verano os sea
apacible y relajante, estimados lectores.
Hasta otro día.
Juanma