PADRES, HIJOS... Y ESPÍRITUS PUROS
Etapas de la vida del ser humano.
(Perdón por la versión
machista)
Prensa:
(16-4-2021)
* El Congreso aprueba por una
holgada mayoría absoluta la primera ley de protección
a la infancia y adolescencia frente a la violencia.
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Tiene el objetivo de acabar con la impunidad de los delitos contra menores (El País).
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Es que no me entero de
nada. Inocente de mí creía que en España había legislación suficiente para
combatir la violencia ejercida sobre menores, aparte de los Códigos Civil y
Penal. Si la memoria no me falla, que ya me va fallando, fue un gobierno del
Psoe el que reformó y retiró del CP aquello de la “corrupción de menores”. Pero está visto que ahora es imprescindible
realizar una “mejora” ideológica antes que alguna modificación o reforma
técnica de la legislación existente, ya de por sí profusa, confusa y difusa. En
todo caso, me apunto a la visión de cierta prensa que ve cómo esa ley va a dar
en la diana, el objetivo, y acabará con tanta impunidad. Por imaginar y soñar
el final de la violencia, venga de donde venga, incluida la de menores sobre
sus progenitores, que no quede.
Ya es un peñazo leerse
la Exposición de Motivos, pero me sobra tiempo. Maravilloso eso de “que las Administraciones Públicas
establezcan planes y programas específicos de prevención de la violencia sobre
la infancia y la adolescencia, identificando grupos de riesgo y especificando
los recursos presupuestarios para llevarlos a cabo”. (El
caso de las menores de Baleares, a las que no protegió la Administración
Pública, queda enterrado). Supongo que serán apoyos prestados
por personal, mejor soltero, muy bien formado y designado por las
Administraciones; y no precisamente estarán para prestar apoyos económicos o
laborales. Para reafirmar la voluntad del Estado, lleno de espíritus puros, de
intervenir en el rol parenteral, no se priva el legislador de “desterrar la idea de considerar a las
familias más vulnerables como las únicas que necesitan apoyos…” Mi opinión
es que, las familias consideradas vulnerables lo que más necesitan son ayudas y no tanto apoyos. En mi pueblo
distinguimos estos dos conceptos. Y seguro que habrá más presupuesto para los
“apoyadores”, pero ninguna ayuda económica para los apoyados que la precisen.
Y ya lo que resulta
indigerible es la intención totalitaria de quienes votaron a favor de la ley
comentada por este vejestorio. Se quedan tan a gusto decidiendo que “TODOS
LOS
PROGENITORES REQUIEREN APOYOS para desarrollar adecuadamente sus
responsabilidades parentales, siendo una de sus implicaciones la necesidad de procurarse dichos apoyos para ejercer adecuadamente su rol”. Esto resulta tan insultante como afirmar o establecer por ley que todos los diputados y senadores
requieren apoyos psicológicos o psiquiátricos. Hasta ahora, mi creencia es que
las excepciones están superando la regla que ustedes los políticos establecen
con su ley. La inmensa mayoría de las familias no hemos necesitado apoyos, y
menos ideológicos, para educar, tratar a nuestros hijos y disfrutar de ellos.
¿Y la palabreja “rol”?
Las responsabilidades y obligaciones de los padres ya están legisladas. Lo de
“papel” de los padres suena a escenario. Y encima, si no me equivoco, son unos
funcionarios del Estado, los de Servicios Sociales, quienes deciden si los
padres ejercen adecuadamente, según ellos y su indiscutible experiencia
paternal, su papel. Además se les otorga la condición de “agentes de la autoridad” a la hora de entrar en un domicilio y
llevarse a un nene o una nena. En mi ignorancia legal, ¿no precisarán una orden
judicial? Pareciera que los jueces no tienen mucho que decir.
Algunos menores, los menos, es cierto,
responden lamentablemente en su conducta a la definición que daba el injusto
Freud: “Los niños son unos perversos polimorfos”. Todos no, señor Freud; aunque
ya sabemos, por ejemplo, cómo terminan los enfrentamientos violentos entre
alumnos: el zurrado y violentado tiene que abandonar el Centro. También sabemos
que al igual que quien hace la ley, hace la trampa, quienes hacen los
protocolos son los que mandan.
En fin, termino.
Alguien dijo que “la vejez es la
prolongación de la infancia”. Y tenemos unos gobernantes maravillosos que
cuidan de ambas etapas vitales, con leyes que interrumpen el paso a una y aceleran el término de la otra. No me
explico cómo el Coronavirus no se ha exiliado ya de España, a la vista de las
leyes promulgadas que han amenazado su existencia desde que llegó.
Hasta otro día.
Juanma