ESPAÑA, donde LIBERTAD significa PROVOCACIÓN
Agente
de la UIP pateado en Vallecas. El
camión antidisturbios jamás utilizado
Prensa: (7-4-2021)
* Unidas Podemos y Más Madrid creen que Vox quería "provocar" y
"extender su odio"
* El cañón de agua antidisturbios
de la Policía se dedica a desinfectar las calles de Madrid.
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Estoy en una edad en
que mi permanencia en este mundo la puedo medir en el número de elecciones a
las que probablemente podré acudir, que supongo que no pasarán de una o dos
más. Pero creo que llegaré a ella curado de mi “izquierditis” sufrida durante
años y adquirida por herencia familiar.
Lo ocurrido ayer en Vallecas, donde unos violentos rabiosos pisotean la
sagrada libertad de expresión y reunión pacífica y legal, sigue confirmando mi
curación. Tengo un familiar en Vallecas que fue testigo directo de lo sucedido.
No reproduzco sus comentarios referidos al gobierno, obligado a respetar y
hacer respetar la ley. Entre su narración, las imágenes de unos y otros medios
llamados de comunicación, las manifestaciones de aliento y justificación de la
violencia por parte de la extrema izquierda, llega uno a conclusiones demoledoras.
Este país, comenzando por gobernantes, siguiendo por legisladores y terminando
por el poder judicial, se está descomponiendo y gangrenándose. Y, señores
fiscales, dificulto yo que cumplan ustedes con la obligación de “Velar por el respeto de los derechos
fundamentales libertades públicas
con cuantas actuaciones exija su defensa”. Si ustedes son garantes de la legalidad, y no ven
delito de odio en ciertas manifestaciones de políticos sobre lo sucedido en
Vallecas, yo soy obispo de Cuenca, mi tierra.
¿Y el tratamiento que dan algunos medios de manipulación social? Me
pregunto cómo es posible que ciertos periodistas puedan conciliar el sueño.
Sólo encuentro estas razones: carecen de conciencia y dignidad, son unos
fanáticos o ande yo caliente… Aparte de que demuestran un desconocimiento del
idioma español. Calificar lo ocurrido en Vallecas de “asedio”, “confrontación”,
“enfrentamiento”, y otras lindezas, es manipular el lenguaje o disponer de un
paupérrimo vocabulario. En Vallecas, un enfrentamiento hubiera sido que
llovieran piedras, botellas y otros objetos contundentes desde un lado y de
otro. Lo que hubo fue un ataque violento a la libertad de circulación, de
expresión y de reunión pacífica y sin armas. Por cierto: los adoquines y pedruscos
lanzados que hemos visto en las imágenes grabadas parecen de mayor tamaño que
la piedra que utilizó David para cargarse a Goliat de un certero cantazo. En
Vallecas sí se utilizaron armas potencialmente mortíferas. Y está demostrado
que este gobierno no es capaz de garantizar los derechos fundamentales
recogidos en la Constitución que prometieron cumplir y hacer cumplir. Todo esto
no puede terminar bien.
Mi última consideración final la dedico a la Policía Nacional, en
especial a los llamados antidisturbios, entre los que cuento con un buen amigo.
Tenéis derecho a remedar la canción aquella de “Nos han “dejao” solos a los de la UIP, por eso nos zurran de cualquier
manera”. Ante una muchedumbre que ataca, ruge y babosea, si sólo os
permiten el cuerpo a cuerpo, casi siempre tenéis las de perder, o al menos lo
pagáis caro. En países con gobiernos serios y responsables se evita en lo
posible el contacto directo con los manifestantes violentos. Para ello se
cuenta con tanquetas de agua a presión (teñida o no), con pelotas de goma o foam, que
permiten mantener distancias. En todo caso, parece que contra vuestro vicio de
pedir está la “virtud” gubernamental de no dar.
Hasta otro día.
Juanma