LA CATALUÑA ESCATOLÓGICA
Prensa:
(6-2-2021)
*Apedrean los vehículos de Ortega Smith e Ignacio
Garriga (Vox) en su visita a Vic. El candidato de Vox a la Presidencia de la Generalitat ha denunciado el
ataque de los manifestantes. Varios mossos han resultado heridos leves en los
disturbios.
*
(Prensa
catalana). Al menos un
herido en un enfrentamiento entre antifascistas y Mossos tras un acto de Vox en Vic.
*Varios mossos heridos durante la
persecución de un grupo de independentistas a militantes de Vox en Vic.
*( EL9NOU.CAT) L'acte de provocació de Vox a la plaça Major de Vic acaba amb incidents. ( A un
acto electoral lo califica de acto de provocación)
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(Aclaración:
El término “escatológico” está tomado aquí no en el sentido de las postrimerías
de ultratumba, sino en su significado fisiológico).
Por fin la tertulia
“Frente de Vejentudes” ha estrenado año y se ha reunido a tomar el café
habitual. Al ser cuatro sus miembros, cumplen la normativa. Y, cómo no, el tema
único ha sido las elecciones catalanas y la actitud de parte de la población
sobre todo joven, que ataca e impide la celebración de actos electorales de
partidos contrarios a su ideología. La última víctima, el partido Vox, como
podrían ser PP o Ciudadanos. Recordando y remedando un antiguo eslogan, se
puede afirmar que en respeto democrático “España es diferente”.
Venancio abre turno
reconociendo que pedir a unos gobernantes que son capaces de disolver la unidad
de España, que disuelvan una manifestación ilegal, además de violenta, es como
pedir peras al olmo. La Constitución sólo ampara manifestaciones pacíficas. Las
piedras, si son de buen tamaño, se consideran armas arrojadizas, y hemos visto
en Vic algunos “justicieros” vestidos de seres humanos que quieren resucitar la
lapidación.
Remigio recoge el
testigo de Venancio y añade que es pedir melocotones al olmo que la fiscalía
actúe de oficio, a la vista de las públicas incitaciones al odio y a la
violencia. ¡Pobres fiscales miopes! Los individuos que impiden el ejercicio de
un derecho fundamental infringiendo la ley son para Remigio unos bestias. Y lo
argumenta: la animalidad se predica de los animales; la bestialidad, de las
personas.
Adolfo arremete
contra ciertos medios de manipulación
que, ante un evidente ataque a la libertad de expresión de un partido político,
de un acto electoral, prostituyen el lenguaje y deforman la realidad. Pedir un
mínimo de objetividad y decencia a algunos periodistas es como pedir ciruelas
al olmo.
El compañero Juan se pone
en plan escatológico y refranero. Piensa en el llamado “pueblo catalán” y en
aquello de que “El que calla, otorga”. Cataluña, como cualquier sociedad, genera subproductos democráticos, de los cuales ha de librarse si quiere dar una imagen de sociedad realmente respetuosa con la libertad, ese bien que parece que tenemos que ir arañando día a día. Juan termina
asegurando que le gustaría ver una Cataluña mostrando ante el mundo su rostro más amable, más democrático y menos escatológico. Y eso está en manos de los catalanes. No es razonable que alguien construya una jaula para encerrarse en ella.
Y se hizo la hora de
regresar a casa. Esto del toque de queda es un fastidio.
Hasta otro día.
Juanma