INDECENCIAS DEMOCRÁTICAS

  

Prensa :  (26-2-2021)

*La nueva RTVE: politizada al máximo tras cargarse los partidos el concurso. Una mayoría parlamentaria diseñó un procedimiento para designar a los consejeros del ente público según su mérito y trayectoria; no ha valido de nada, porque los partidos han optado por "la cuota política".

*PSOE, Podemos, PP y PNV pactan un Consejo político para seguir controlando RTVE.

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Me llama por teléfono un compañero de tertulia, Venancio. Se muestra muy enfadado por el sistema de nombramiento de los consejeros de RTVE. Me dice que el gobierno se cisca en lo del mérito y capacidad que determinaría los nombramientos, lo cual, en su opinión, lo de la “cuota política” se convierte en una “indecencia política”. Y tiene razón mi amigo, pues la cuota política se debe distribuir según escaños en el Congreso, mientras la nefasta ley orgánica continúe vigente. Le pregunto que cuál sería su sistema de elección de consejeros. Y no se lo piensa: “Lo más razonable en una democracia seria y decente es que la representación en ésta, y todas, las instituciones públicas, responda a la obtenida en las urnas. Todo se limitaría a que los partidos políticos nombren el número de representantes en el Consejo en función y en proporción a su representatividad en el Congreso. Es una operación matemática muy sencilla. Lo demás, amigo Juan, es una indecencia democrática”.

Nada que objetar a lo expuesto por Venancio. Pero si este asunto de RTVE me resulta preocupante, lo de que la elección del Consejo General del Poder Judicial quede en manos de los políticos es acongojante. Y todo porque en 1985 nuestro Tribunal Constitucional no quiso acudir a la R.A.E. para enterarse de la función sintáctica y semántica de la preposición  ENTRE. Salvo honrosas excepciones, pocos políticos han estudiado suficiente Gramática de la Lengua Castellana. Empezando por la incorrección de preveer, verbo que no existe, y otras lindezas. En fin, que de aquellos polvos políticos, en forma de ley orgánica, vienen estos lodos democráticos.

Me tomo la libertad de actualizar lo escrito en octubre del año pasado sobre la penosa y perniciosa decisión que en su día tomaron los miembros del supuesto tribunal de garantías. Y es que en referencia a la Constitución,  “ENTRE TODOS la mataron y ella sola se murió”. Me temo que no voy llegar a ser testigo de que algún día se conforme un Tribunal Constitucional que se conceda ser elegido ENTRE LOS JUECES, como establece el texto de la Constitución.

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    Prensa: (14-10-2020) 

“Juristas contrarios a la reforma del CGPJ se apoyan en la jurisprudencia para declararla inconstitucional”.

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Como por mi edad ya no es posible tener abuela, me pongo fardón y digo que algunos miembros del Tribunal Constitucional me darán mil vueltas en sus conocimientos sobre Derecho; pero menda les daría mil quinientas en conocimientos sobre Gramática. Y eso que no pasé de Maestro de Escuela, nada más y nada menos. Tuve como profesor a Lázaro Carreter, que nos “castigaba” con constantes comentarios de texto. Digo esto porque, ahora que está el tema judicial al día, he ido a leer el texto del Artículo 122 de la Constitución. El apartado 2 dice que una Ley Orgánica será la que “establecerá su estatuto y el régimen de incompatibilidades de sus miembros…”. No puede ir, por simple razonamiento,  más allá, pues un Estatuto sólo puede establecer “la norma a la que habrán de ajustarse su organización y funcionamiento”. Así que se el TC se pasó siete montañas.

Y el apartado 3 deja meridianamente claro:  “El Consejo General del Poder Judicial estará integrado por el Presidente del Tribunal Supremo, que lo presidirá, y por veinte miembros nombrados por el Rey por un periodo de cinco años. De estos, DOCE ENTRE JUECES Y MAGISTRADOS de todas las categorías judiciales, en los términos que establezca la ley orgánica; cuatro a propuesta del Congreso de los Diputados, y cuatro a propuesta del Senado, elegidos en ambos casos por mayoría de tres quintos de sus miembros, entre abogados y otros juristas, todos ellos de reconocida competencia y con más de quince años de ejercicio en su profesión”.

No hay manera lógica de comentar ni interpretar este texto, referido a la elección de los miembros del TC, porque la literalidad está clara y todas las palabras tienen su sentido propio.  Pero va el TC, en 1985, y dice que la ley orgánica presentada por el gobierno no sólo podía establecer los términos de la elección de doce jueces entre Jueces y Magistrados, sino que los puede cambiar, sin borrar la letra, el espíritu, los términos, las palabras, de la Constitución. El TC, enemigo de la RAE, sentenció que todos los miembros serán elegidos por Las Cortes Generales.

He escuchado en la radio a un tertuliano decir que el TC se aprovechó de la preposición ENTRE y la utilizó de comodín. Pues he consultado con la RAE y esto es lo que he encontrado: Si nos referimos a un grupo de personas, en este caso doce, es lógico entender que dicha preposición habrá de entenderse como,  Entre, para indicar que la acción es recíproca. Ej. Hablaron entre ellos. Que lo arreglen entre ellos. No parece, pues, que pueda o deba haber una intervención externa.

Por si el vocablo “término” tiene un significado específico para los jueces, me acerco al Diccionario Panhispánico del Español Jurídico y me encuentro ejemplos: “… en los términos previstos en las leyes…”; “…En los términos del Capítulo VIII de la Carta de las Naciones Unidas…”. Hasta mi vecino del pueblo deduce que al igual que no hay hijo sin padre, hablar de “en los términos” de algo que no esté establecido previamente y sea de más categoría no es lógico. Así que este Maestro lo tiene cristalino:  La Ley Orgánica que el TC dio por buena es una chapuza en toda regla y confunde una rama con una tronco. Resulta un insulto a la mínima inteligencia que su Artículo 567 diga que “Los veinte vocales del consejo General del Poder Judicial serán designados por las Cortes Generales del modo establecido en la Constitución y en la presente Ley Orgánica”. Infumable. Veremos qué dice el sacrosanto Tribunal Constitucional a la anunciada modificación de dicha ley, que se pretende corregir y aumentar.

Y termino con este rollazo. Ya es para lamentar la facilidad con la que los ciudadanos son manipulados mediáticamente por los gobernantes; es para llorar que algunos tribunales de Justicia también se dejen.

Otra más de las chapuzas nacionales.

Hasta otro día.

Juanma

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