GENERACIÓN DEL P.I.O.
LA GENERACIÓN P.I.O.
Aula habilitada Catedrático de Lengua y L. 
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Radio: (23-11-2020) Programa “La mañana de Federico”
Federico Jiménez Losantos recuerda la generación de aquellas criaturas que a los diez años abandonaban el pueblo para estudiar el Bachillerato en la ciudad.
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Lo primero, aclarar que las siglas P.I.O. significaba Patronato para la Igualdad de Oportunidades, organismo creado en 1960 para otorgar becas de estudio. La ejecución correspondía a la comisaria de Protección Escolar, creada el 19 de julio de 1944. Don Federico ha hecho un retrato magnífico de su generación estudiantil, a la que me cayó en suerte pertenecer.
Y ahí tiene usted a Juanito, nacido en 1945 y habitante de un pueblecito manchego. Un día su maestro habla con el padre y le dice que su chico parece espabilado y que podía hacer el Bachillerato. El padre, represaliado tras la guerra y despojado de su puesto de Cartero, le dice al maestro que sus ingresos son los justos para mantener a su familia, que no puede pagar estudios a Juanito. Pero en el pueblo casi todos conocen la vida y circunstancias de casi todos. Y es el secretario del ayuntamiento, don Dalmacio, quien le dice al padre que hable con la hermana que tiene en Salamanca por si quiere acoger a Juanito y que pida una beca del P.I.O., que son becas sustanciosas.
José, el padre de Juanito, se lo pensó y al final habló con su hermana, quien aceptó a recibir a su sobrino. Y Juanito marcha a la ciudad del Tormes, con sus miedos, pero ilusionado por conocer mundo, ese mundo que ya iba imaginando a través de su temprana pasión por los libros. Y le fue concedida la sustanciosa beca, que no perdería durante sus estudios, a pesar de que para conservarla era preciso sacar, como mínimo, una calificación de Notable en cada curso.
Durante sus estudios, Juanito confirma lo dicho por Federico en su emisora, que los becarios de pueblo solían obtener mejores calificaciones que los alumnos de la capital. Hoy, muchos personajes de la vida intelectual que hicieron el Bachillerato en los años sesenta, son una muestra de que no hemos progresado en la riqueza formativa, humana y cultural de los españoles. Ya es lamentable la cantidad de leyes de Educación que se han aprobado desde la Ley de Instrucción Pública, que no de Educación, de Claudio Moyano. Una Ley que, con sus sucesivas modificaciones y actualizaciones, estuvo vigente desde 1857 a 1970. Casi nada. Bendita generación de los “Moyanos”.
Hasta otro día.
Juanma
