UN VOTO NO HACE GOBIERNO, PERO...

 

UN VOTO NO HACE GOBIERNO, PERO...

 

                         

 

20-10-2020

Si algo tiene de bueno nuestra tertulia del “Frente de Vejentudes” es que ha quedado limitada a quienes no somos forofos deportivos ni ideológicos. Tenemos nuestras querencias, pero manda más la realidad en la que vivimos. La edad nos trae achaques, pero nos cura de veleidades y aventurerismo juvenil, esa actitud o conducta política,  tan de moda, que lleva a teñir de riesgo y de irresponsabilidad nuestro voto.  

¿A cuento de qué esta introducción? Pues que la tertulia de ayer se centró sobre la división que está reconcomiendo las relaciones personales, laborales, vecinales, incluso familiares.  Ya la tan manida división entre los catalanes  se ha extendido al resto de la nación. Y todo a cuenta de los apoyos en las urnas. Remedando el refrán  “Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero”,  me atrevo a decir que “Un voto no hace gobierno, pero ayuda al desgobierno”. Uno de mis compañeros de tertulia cuenta su penosa experiencia:

“Tengo un sobrino con el que siempre me he llevado de maravilla, incluso cuando me dijo que había votado a la ultraizquierda que forma parte del gobierno. Hace unos días le recordé aquello de que “Por sus obras les conoceréis”; que su mujer está en un ERTE y que su chalet y el colegio privado de su hijo corre peligro… Y cuando me espetó que la culpa de lo que está pasando es de la oposición, que está llena de gente como yo, de fachas y conservadores… Lo corté y le dije en tono seco y contundente: “Tú puedes jugar con tus lentejas, pero como tu voto ha contribuido a que muchísima gente se quede sin ellas y mi pensión corra serio riesgo, a partir de ahora olvídate de tu tío. Y colgué el teléfono”.

Otro de los amigos tertulianos comenzó a contar un enfrentamiento con un vecino, pero no le dejamos continuar. El ejemplo del tío y el sobrino era suficiente. En los últimos sorbos de café tomó la palabra un amigo que hace años vivió en EE.UU. Nos decía que allí el ciudadano de a pie suele referirse a su Gobierno denominándolo Administración; que sobre el voto ideológico prevalece el voto agradecido o desagradecido según les hayan administrado sus impuestos; si a nivel personal y laboral le ha ido igual, mejor o peor con la Administración o Presidente cuyo mandato termina. Nos dice que en fuentes que cree fiables ha leído que el paro en EE.UU., en pleno brote de la pandemia, mes de abril, llegó al 14,7 %  y que en el mes de agosto bajó al 8,4 %.  Las comparaciones entre Administraciones son odiosas…

Todos lamentamos que se haya llegado a tal punto de desencuentros y rupturas. Todos estuvimos de acuerdo en que no se puede mirar con buenos ojos a quienes hayan contribuido con un grano ideologizado o rencoroso, con un trocito de papel, con su papeleta electoral a producir graves perjuicios a sus semejantes. Si fuera al contrario, les estaríamos agradecidos. Es una reacción humana. No somos santos ni ponemos la otra mejilla. Es una reacción humana, y quizás por eso nos llaman reaccionarios.

Hasta otro día.

Juanma

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