EL RESPETO HAY QUE GANARLO

 

EL RESPETO HAY QUE GANARLO

                      

Prensa:

Bronca en el Congreso por Rufián: "Vox tiene 53 diputados, uno en la Zarzuela"

Casado y Arrimadas piden que cese "la agresión a las instituciones" y Batet interviene para aludir a la "libertad de expresión".

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Decididamente voy a dejar de ver los plenos del Congreso. Hoy por boca de los republicanos se han escuchado palabras insultantes dirigidas al Jefe del Estado, el Rey, diga lo que diga la presidenta de la Cámara. Estos individuos deberían reflexionar un poco y pensar las circunstancias históricas que han permitido que estén sentados en sus escaños. Los que vivimos la muerte de Franco tuvimos el miedo metido en el cuerpo y pensábamos que se desataría un enfrentamiento civil. Recuerdo, incluso, que mi madre, que vivió la contienda del 36, me llamó por teléfono diciéndome que habían hecho acopio de alimentos básicos para una temporada, por si acaso. Estos mentecatos como los ministros del gobierno Garzón, Iglesias y el analfabeto histórico de Rufián, no vivieron la Transición. Ellos están donde están y viven como unos rajás gracias a sus antecesores republicanos y al Rey. Sólo se me ocurre un refrán para expresar lo que pienso de ellos: “Es de malnacido no ser agradecido”.

De la actitud de Sánchez y la presidenta del Congreso, mejor no digo nada, que mi padre, republicano él, me educó muy bien en prudencia y mesura. Bueno, sí, voy hacer un pequeño comentario sobre la Batet: Si no es capaz de hacer que se respete a las instituciones, como recoge el Reglamento de la Cámara, y más la de la Jefatura del Estado, usted no me merece el más mínimo respeto. Es más, como españolito viejo, creo que ni usted se respeta a sí misma ni al cargo inmerecido que ocupa. Está grabado cómo en otros enfrentamientos verbales entre diputados o diputadas, usted no ha apelado a la libertad de expresión. Tal actitud tiene un calificativo muy, muy feo.

  En su descargo, y por la impertinencia que me presta mi edad, la contemplo como a una niña que disfruta con un juguete que se llama Reglamento del Congreso de los Diputados. Pero, cuidadín, que hay juguetes traicioneros.

Y tan a gusto que me quedo.

La guinda de su pasteleo dejo que la ponga Confucio: “Respétate a ti mismo y otros te respetarán”.

 Hasta otro día.

Juanma

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