¡ADIÓS, SENTIDO COMÚN!

        
Prensa (La Vanguardia): (10-3-2019)

Sánchez ve “sencilla” la elección el

28A: por el “sentido común” o en

contra.

****************************
El enunciado no da lugar a dudas: Psoe dice que es y representa el sentido común a la hora de votar; el que no lo vote no tiene sentido común, está claro. Así de sencillo y, añade menda, así de simplón. Ni siquiera el señor Sánchez ha reparado en lo que se suele decir, que el sentido común es el menos común de los sentidos. ¡Vaya fallo mental!
Quiero pensar que muchos votantes van a ir a las urnas del 28 de abril guiados por un sentido propio, no por el que predica el señor Sánchez. Lo que no quita que sienta para mis adentros cierto pesimismo. Lo digo recordando un razonamiento que, en cierta ocasión electoral, le prestó un votante pesimista a otro optimista:
- ¿Por qué eres tan pesimista a la hora de votar? -pregunta el ilusionado optimista.
La respuesta fue tajante:
- Porque creo que estoy mejor informado que tú sobre la marcha de este país. A menos información, más optimismo.
Y ya delante de las urnas votará cada cual por distintos motivos:
*Por sentido común: Cree ciegamente en el señor Sánchez.
*Por sentido propio: Persona básicamente informada sobre la situación económica, laboral y social de España. Incluso se ha leído programas electorales.
*Por simple interés: Le ha ido muy bien con el gobierno que cesa. Estómagos agradecidos.
*Por simple higiene político-social: Elector que está harto de limpiarse la cara con toallas sucias y busca una recién lavada y planchada, de buena calidad y que espera tarde bastante en ensuciarse. Es un voto en el que se mezclan esperanza, riesgo y convicciones.
¿Cuál es el problema de la efectividad de nuestro voto? La injusta y nefasta Ley Electoral, que nadie se atreve a cambiar y hace incierto si un voto llegará a su partido destinatario. Se habla de "voto útil" porque en el sistema electoral actual, si mi voto se ha perdido al ser "insuficiente" para alcanzar el porcentaje mínimo necesario para obtener representación, se lo regalan a otro partido. Para mí esto tiene un nombre muy feo que no reproduzco. Y no estoy de acuerdo con la afirmación “El pueblo nunca se equivoca”. Basta repasar los libros de Historia. En todo caso, tan error es votar no sabiendo, que no votar sabiendo.
Personalmente votaré al partido cuyo programa menos me disguste. Otro criterio será votar por el candidato que, al soltar sus soflamas, menos insulte a mi mediana inteligencia.
Hasta otro día.
Juanma

Entradas populares de este blog

ACÉMILAS DE LA LENGUA

LA ESPAÑA ESPERPÉNTICA

LOS 178 "MAGNÍFICOS".