¡BOMBEROS, CATALUÑA ARDE!
(La Vanguardia, 12-12-2016)
Diputados de la CUP rompen y queman fotos del Rey
Han hecho este gesto ante los medios de comunicación en solidaridad con los investigados por la quema de fotos del monarca el pasado septiembre, que se negaron a declarar ante la Audiencia Nacional y que han sido detenidos hoy por los Mossos d’Esquadra.
+++++++++
Harto difícil comentar sobre la actual situación de Cataluña, representada en parte por estos elementos llenos de resentimiento y odio al resto de España. Dicen que sus actos son simbólicos y tienen razón, pues en ellos acaban de simbolizar lo peor de la sociedad catalana, que los votó.
El Rey, guste o no, personifica y representa a la Nación Española ante el resto del mundo. Ya sabemos que parte de los catalanes quieren separarse del resto de España, no es algo nuevo en nuestra historia. El problema es la pobreza y retorcida argumentación para que lo que nunca pasó históricamente de Condado, se empeñe en constituirse en nación dentro su Nación.
El Estado, los Gobiernos de España, nunca debieron permitir que la mecha de la sedición la encendieran los propios gobernantes de Cataluña. Pero ya está hecho, y en este asunto tanto el PSOE como el PP no serán tratados con benevolencia por la Historia. O los partidos políticos apoyan al Gobierno y cortan la mecha, o la dinamita sediciosa estallará. Ojalá me equivoque.
Ya me habría gustado escuchar en el Congreso de los Diputados declaraciones y planteamientos políticos como los siguientes:
"...Y tenedlo entendido de ahora para siempre: yo amo con exaltación a mi Patria; y antes que a la República, pertenezco a mi idolatrada España. Y me opondré siempre con todas mis fuerzas a la más pequeña, a la más mínima desmembración de este suelo, que íntegramente recibimos de las generaciones anteriores y que íntegro debemos legar a las venideras, dentro de una sola y verdadera Nación". (E.C.)
Y he aquí algunas intervenciones más que aparecen en el diario de Sesiones del Congreso de los Diputados en tiempos pasados:
"Y el Gobierno, entretanto? Pero, ¿hay Gobierno? Véase, por ejemplo, el caso de la Generalidad de Cataluña. El Gobierno, con dudosa prudencia impugnó ante el tribunal de Garantías una Ley de Cultivos votada por el Parlamento catalán. El tribunal la anuló. Pero la Generalidad declaró abiertamente que menospreciaba la sentencia del Tribunal. ¿Qué hizo entonces el Gobierno? Por extraño que parezca, el gobierno no hizo nada; dio a entender, sibilinamente, que tenía una fórmula: primero la fórmula era jurídica; luego, al parecer, se transformó en fórmula gubernamental. Lo cierto es que la fórmula no existía".
"El señor presidente del Consejo de Ministros nos ha dicho que se ha sentido forastero muchas veces en Cataluña. Pues si ahora tuviera tiempo de ir a Cataluña, se sentiría más forastero aún. Se han dado tales alas al separatismo en Cataluña, que hoy el separatismo en Cataluña no es un sentimiento clandestino, sino que es el efecto retórico de primer uso, lanzado incluso por las autoridades representantes allí del Estado español".
"Todos sabemos, lo sabemos por los periódicos, que en Cataluña hay planteado un estado revolucionario, de una gravedad como no se ha planteado probablemente otro en España desde hace más de un siglo: hay un Poder del Estado que no sólo ha desacatado abiertamente a otro Poder constitucional, en este aspecto superior, sino que, por boca de quien lo encarna, ha dicho que está dispuesto a hacer frente al Estado español".
Vamos, que no aprendemos.
Que Dios nos ampare.
Hasta otro día.
