SAN VALENTÍN Y LA VEJEZ
14-2-2024
¿Habrá gesto más entrañable?En el San Valentín del
pasado año afirmó este “bloguero” que el celestino Santo había dimitido,
harto de ver que parece prevalecer en este mundo el sentimiento contrario al que él representa. También decía que había quedado como asesor de la tertulia “Frente de
Vejentudes”. Creo que se pasó de rosca: los centros comerciales, las tiendas lo
mantendrán en activo, que el negocio es el negocio.
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En la tertulia hay
variedad de estados civiles: dos casados, un viudo y un soltero. Y lo curioso
del soltero es que es el más delgadito del grupo, circunstancia cuya causa cree Adolfo
que se debe a algo que leyó hace tiempo sobre la relación entre estado civil y
peso corporal. El resto de los tertulianos le piden que lo explique. Y así lo
hace:
“Pues
resulta que llegada la hora del descanso nocturno, el casado se dirige al
dormitorio…, no le gusta lo que hay en la cama… y se va al frigorífico. El
soltero vuelve a su casa por la noche, toma su sopita, va al frigorífico…, no
le gusta lo que hay… y se va a la cama”.
Las risotadas fueron
generales. Ninguno de los oyentes conocía esa explicación, que en parte resulta
racional.
Venancio cuenta que ha
ido a visitar a un amigo que está en una residencia de ancianos (ahora se dice
de mayores o de tercera edad) y que lo ha encontrado feliz, pues ha hecho
buenas migas con una compañera y ambos se han encariñado; de momento ya nos hemos dado un besito, le aclara
el amigo.
Pues Nicasio dice que más
sorprendente es lo de un vecino suyo. Tiene ya ochenta y nueve años, está viudo
y se ha ennoviado con una señora de un poco más de setenta. Ambos se encuentran bastante bien
de salud y no son dependientes de nadie. Y piensa nuestro tertuliano que los
solteros y los viudos vejestorios lo tienen más fácil; los casados lo
tienen más complicado. Nicasio nos muestra a propósito un mensaje, o “meme” que ha recibido de un “chat”
que mantiene con antiguos compañeros de colegio, entre los que hay un fraile
franciscano, y que dice textualmente:
“La
iglesia católica informa: todas las infidelidades cometidas por hombres mayores
de 70 años dejan de ser pecado y pasan a ser pequeños milagros”.
Y otra vez las risotadas.
A Juan, como el año pasado en esta fecha, le da por regalar versos y que el resto les dé el destino que quieran. El caso es presumir de poeta, aunque los haya mucho mejores.
Por bromas del calendario,
ahora vengo presumiendo
de que ya tengo setenta
y aún me sigues queriendo.
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Su marido es su cariño,
es su amante su ilusión;
tiene el corazón partido
y aún no sabe la razón.
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Gran verdad es la que afirma
lo extraño que es el querer:
ni se sabe cómo viene
ni al marchar dice por qué.
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Anoche soñé contigo,
que en tus brazos me dormía,
y maldije hasta la luna
por dejarle paso al día.
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Dicen que el primer amor
resulta el más placentero.
Para el cuerpo… lo será,
mas para el alma…, el postrero.
FELIZ DÍA DE SAN VALENTÍN
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Hasta otro día.
