PARA GUSTOS, ELECCIONES

 

PRENSA:

*Ayuso deja KO a Sánchez y echa a Iglesias de la política.

Madrid derrota con contundencia al socialcomunismo. 

*Ayuso tritura al sanchismo.

*Ayuso: cambio de ciclo.

*Los madrileños encumbran a Ayuso, el PSOE se desploma y Pablo Iglesias abandona la política.

*“Más Madrid se pone en esta tarea de derrotar al gobierno que sale hoy de las urnas” Hay un espacio político verde, feminista y madrileño. (Mónica García)

*Espero que entre todos, desde nos corresponda, afrontemos y resolvamos esos problemas de la ciudadanía. (Ángel Gabilondo)

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Resultaba inevitable que la tertulia “Frente de Vejentudes” quedara a tomar café y charlar sobre las recientes elecciones en Madrid. Y remedando el dicho de “Para gustos, los colores”, los votos en las urnas coinciden con tal máxima latina en su carácter subjetivo y sin espacio para discusiones o peleas. Lo curioso de ciertos titulares son los términos pugilísticos y belicosos dedicados a los resultados electorales. Otros son más comedidos.

Todos los tertulianos han votado el color que más le ha gustado, a la vista de que las principales candidaturas se visualizan con un color. Bueno, todos no. Juan manifiesta que su voto ha ido a la candidatura que menos le disgusta. Confiesa que es un escéptico electoral, pero nunca ha sido abstencionista. Y recuerda un eslogan publicitario, en campaña de elecciones allá por los años ochenta, en que aparecía esta sentencia de efectividad gestora del gobierno de entonces: “Mucho y bien”. El autor no era conocedor de nuestro rico refranero, que afirma: “Mucho y bien no hay quién”.

Venancio, el buen hombre, cree que viene mejor que las mayorías se conformen con dos partidos y no con seis o siete. Es más amigo de las mayorías claras, y entiende que si la democracia se traduce en el gobierno de la mayoría, él prefiere una mayoría unívoca. Es más amigo del bipartidismo.

Es Adolfo quien apoya la idea de su amigo Venancio. Nos pone los ejemplos de EE.UU., donde demócratas y republicanos han conseguido hacer un país próspero, y el de Reino Unido. Y nada impide que aparezca en cualquier momento, como en Francia, un nuevo partido que rompa ese bipartidismo. En 2017 el llamado Centro ganó a lo que podríamos llamar derecha e izquierda, que se turnaban en el poder.

En este punto pide Juan la palabra para comentar algo que le llegó de un amigo de su pueblo que lleva muchos años en Miami. Le decía que allí no se suele hablar del Gobierno de Trump, de Biden..., sino de la Administración del presidente elegido. La razón es que la preocupación primera del ciudadano es, a la hora de votar, juzgar cómo le han administrado sus impuestos. Vamos, la mismita preocupación que aquí.

Y es Remigio quien recoge el testigo de Venancio y Adolfo, lamentando que en España no se afiancen dos formas predominantes de dirigir un gobierno: una socialdemocracia y otra conservadora-liberal. Una alternancia entre ambos proyectos políticos lo ve con buenos ojos. Le preocupa el hecho de que los socialistas en Madrid han sido superados por los que nacieron y se declararon comunistas, aunque se vistan de verde ecologista. Le preocupa mucho. Remigio no entiende que, si Europa condena por igual al comunismo y al nazismo, aquí exista un partido que se considera comunista y no otro que se proclame  nazi. Pero lo que más le acongoja del bipartidismo en España es que algunos aspirantes al poder tengan intención de aceptar, por las buenas, la posibilidad de alternarse democráticamente. Termina Remigio con una pregunta, un lamento y una esperanza:

"¿Alguien conoce algún país en manos de un gobierno comunista en el que se dé una alternancia mediante las urnas?

La pena de nuestra España es que no siempre ha elegido el/la/lo mejor para ser gobernado. Y en sus errores lleva la penitencia.

Espero que la mayoría de los madrileños haya acertado el 4 de mayo".

 

Hasta otro día

Juanma


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