MEJOR PREVENIR QUE LAMENTAR
Prensa: 30-10-2023
*España se echa a la calle contra el atropello a la Constitución de Pedro Sánchez con la amnistía.
*Sánchez anuncia su apoyo a la medida de gracia: “En el nombre de España, defiendo la amnistía”.
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No
recuerdo que la cifra de asistentes a una manifestación que dan los
convocantes coincida alguna vez con la que facilita la Delegación del gobierno
correspondiente. En esta ocasión, sí. De todas formas se siguen diciendo barbaridades en titulares
de algunos periódicos. Quien se ha echado a la calle no ha sido España, sino
100.000 españoles. Y lo de menos es el convocante; lo principal era el motivo.
Habríamos asistido a la concentración en la Plaza de Colón aunque la hubiera
convocado doña Yolanda o el señor Page.
Para
Adolfo el motivo de estar en Colón ha sido egoísta, pues no querría ser testigo
de lo que teme para España y le quede el remordimiento de no haber movido ni un
dedo para intentar evitarlo. Le reconcome la idea de que algún día un nieto
suyo se acuerde de él, de su generación, y les lance este reproche: “¿Y qué hicisteis vosotros para impedir dejarme
una España peor que la vuestra? Así que ha movido las piernas y se ha dado
un buen paseo hasta llegar a la calle Santa Engracia. Y trabajo que costó
encontrar un poyete para sentarse y esperar al resto de tertulianos. Por
cierto, que le llamó la atención reconocer entre la multitud a dos concejales
socialistas de su pueblo de origen.
Cuando nos pusimos en
contacto con Nicasio para saber si iría
a la Plaza de Colón, nos dijo que él prefería mover un dedo firmando
digitalmente en plataformas o asociaciones que denuncien ante los tribunales lo
que considera una burla a los españoles. Como es natural respetamos su opción,
no faltaba más.
Dice
el amigo Venancio que la afirmación del presidente “En nombre de España” para referirse a la dichosa amnistía, tiene
tela. ¿Quién le ha encomendado al presidente del gobierno que prepare una amnistía
para los condenados independentistas catalanes? ¿La inmensa mayoría de los
españoles? Lo racional y democrático es que España hable en temas tan graves.
Piensa Venancio que lo de la entrada en la OTAN, primero NO y luego SÍ, lo
consideró menos trascendental que la posible ruptura de la unidad de España.
Pero se tuvo entonces la honradez, responsabilidad y sensatez de preguntar a los
españoles. Pedro Sánchez no quiere dar voz a todos los españoles, no vaya a ser
que oiga lo que no quiere. Eso tiene un nombre y calificativo muy feos que Venancio no
desea reproducir.
Juan
añade que sólo una mente dictatorial se arroga la representación de toda una
nación con el apoyo de una parte no decisiva de sus ciudadanos. En todo caso,
hay que reconocerle al presidente actual un alto grado de valentía. Si España
traga, gobernará una buena temporada; si se atraganta, se juega su libertad en
un banquillo. ¿Qué va a ocurrir al final? La pregunta del millón. Juan es,
algunas veces, un malpensado y cree que el listo del presidente lo tiene atado
y bien atado. Ha hablado con el Puigdemont y le ha dicho que se conforme con la
amnistía de momento. Así, si las cosas le vienen mal y se ve obligado a
convocar elecciones, y encima las pierde, el previsto referéndum en Cataluña y
su previsible declaración de independencia le caerá encima al partido que gane
las elecciones. Espabilado el chico, ¿no? Y es que España sigue
siendo diferente. Y así hemos pasado de aquel esperanzador e ilusionante “Habla, pueblo, habla”, al más insultante “Calla, pueblo, calla” de Pedro Sánchez,
que viene a decir: “Pueblo español, ¿vas a saber tú más que tu presidente de lo
que interesa a todos vosotros?”
Para
otra ocasión dejamos el problema de los miles de inmigrantes ilegales africanos
que siguen entrando en España. Adolfo, aunque no llegue a verlo, también se teme
que dentro de unos años los afectados por este descontrol se “acuerden” de los
que nada hicieron para intentar remediarlo.
Hasta
otro día.
Juanma
